En esta aventura que vamos a comenzar Bermi, Jilgui y yo estaremos acompañados en todo momento por nuestros whippets. Para quien no lo sepa el whippet es un galgo enano de unos 50 centímetros de altura, vamos, un galgo inglés en miniatura. Son muy tranquilos, pero cuando se les requiere hacer ejercicio responden sin problemas.
Argos y Martínez. Argos fue el primero que llegó a nuestras vidas, a la mía y a la de mi novia Áurea. Nació ya hace cuatro años en Felanitx (Mallorca) y llegó con apenas tres meses a Ávila, donde vivía. Era muy gracioso, pero a la vez un trasto cuando de jugar se trataba. Fue creciendo y desde entonces es mi inseparable compañero de fatigas, ya que a su fidelidad hay que sumarle su simpatía... hacia las personas, porque con los otros perros, sobre todo si son machos, se pone un tanto violento, pero poco a poco está calmándose. Cuando los llevo de caza o a correr a la pista de galgos que hay en La Gineta (Albacete) es el más rápido, por lo que se ha ganado el afecto de todos los galgueros que lo ven. En definitiva, Argos no sirve para las exposiciones de belleza, pero para mí el es perro ideal, mi perro. Antes de su retirada, ganó un concurso morfológico en Valladolid. Le apasionan las carreras, pero se vuelve loco cuando sale de caza. Ahí es cuando aflora todo su instinto. Es mi campeón. Yo soy muy tranquilo y Argos es más nervioso, somos el ying y el yang.
Heidi y Jilgui. A los pocos meses de tener a Argos, Jilgui, junto con su novia Inma -no pondremos cómo le llamo que después se mosquea-, viajaron hasta la Exposición de Ciudad Real, donde su criador, Marino Talavante, participaba con otros whippets, bulldog inglés y francés... No llegó en muy buenas condiciones debido a que había estado con un payés que no cuidaba las camadas en exceso. Pronto se recuperó y fue a más. Heidi se ha criado entre los galgos de campo del padre de Jilgui, lo que le ha costado algún disgustillo, pero es jovial y cuando se junta con Argos, ella siempre hace de liebre en todas las carreras.Una curiosidad es que Heidi ladra más de lo debido, pero es admirable cómo se calla en cuanto Jilgui se lo ordena. Es para verlo. Heidi es el ojito derecho de Inma, pero obedece a Jilgui, es su dueño. Heidi y Jilgui son la pareja perfecta.
Charlie y Bermi. Por último, está Charlie. Llegó de rebote hasta mí. Tenía otro whippet, Sugar House El Trasgu Nerón, que murió de un infarto cuando tenía un año. Con el palo que recibí, los criadores de Sugar House y Can Benet, Nuria Moncada y Marino Talavante, me propusieron que me quedara con otro. Tenía 10 meses y era un poco especial. Y tan especial. Al llegar a casa me esquivaba por las habitaciones, le ponías la correa y se hacía el muerto. Poco a poco, con paciencia y cariño, he conseguido que sea un whippet más o menos normal, aunque parece una sombra de mí. Para él será también una prueba de que puede adaptarse a otra persona. Esperemos que todo vaya bien. Hay que decir que Charlie ha ganado en varias exposiciones y concursos de morfología tanto en España como en Portugal, pero también disfruta en las carreras y en la caza. Charlie y Bermi serán una pareja nueva durante el Camino de Santiago, a ver qué pasa, seguro que se compenetran pronto.
A veces pienso que serán Argos, Heidi y Charlie los que nos llevarán a Santiago y no al revés. Argos y Charlie entrenan conmigo todos los días y ya van con sus alforjas como si nada. Heidi es más señoritinga y Jilgui, por su trabajo, no tiene tiempo de entrenar con ella, aunque es una perra muy activa que seguro que aguantará hasta Santiago.
Argos, Heidi y Charlie llegarán a Santiago y eso querrá decir que nosotros también. Ése es el objetivo y vamos a conseguirlo.
Como digo, lo peor del trayecto el asfalto, sobre todo los últimos cuatro kilómetros que, encima no había ninguna sombra.
Nuestra aventura ya ha comenzado. El 10 de julio realizamos una primera prueba de montaje y desmontaje del campamento, junto con la distribución de los preparativos antes de comenzar el Camino de Santiago. Lo realizamos en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), en la parcela del Qbto y mi hermana María, y contamos con la ayuda de mi sobrino Manuel. Nos resultó relativamente sencillo el montaje de las tiendas de campaña Lightent, de Ferrino. Son tiendas muy ligeras (1,5 kilos) y compactas. El único fallo que detectamos fueron los clavos que fijan las tiendas al terreno. Son de un aluminio muy maleable y, simplemente, con la presión de la mano se doblaban. Ya estamos buscando unos más resistentes.